El nuevo proyecto del Gobierno busca flexibilizar las jornadas laborales, dando la opción para que los trabajadores elijan la distribución de sus horas de trabajo durante la semana. Así, podrán sumar un día de descanso o acortar su jornada diaria.
En el marco de la modernización del Código del Trabajo de nuestro país, a principios de mayo el Gobierno presentó el nuevo proyecto sobre Adaptabilidad Laboral, cuyo principal objetivo es brindar la posibilidad de flexibilizar las jornadas laborales, para poder conciliar de mejor manera los tiempos utilizados en el trabajo y para la familia de cada trabajador en el país.
La propuesta, que propone que empleadores y trabajadores negocien los días y la cantidad de horas que estarán disponibles, intenta mejorar las condiciones del mercado laboral además de impulsar un aumento en la productividad y satisfacción de los colaboradores.
En este escenario, el Presidente Sebastián Piñera aseguró que la idea “busca fortalecer los derechos de los trabajadores, ampliar sus ámbitos de libertad y una mejor compatibilización de ese mundo del trabajo con otros mundos tan importantes como la familia, el tiempo libre, la recreación, la cultura y los amigos"
Los cambios que propone el proyecto
La principal modificación que trae la propuesta del Ejecutivo es el paso de una jornada de trabajo de 45 horas a la semana, a una que tenga 180 horas distribuibles en el mes, lo que reduciría el periodo laboral en hasta un 10% en algunos casos.
De esta manera, el trabajador podrá negociar con los empleados los diferentes horarios de trabajo durante la semana, abriendo la posibilidad de que los colaboradores cumplan con su tiempo semanal en cuatro, cinco o seis jornadas de trabajo, brindando mayor flexibilidad al momento de definir las jornadas.
Al mismo tiempo, se impondrá un máximo de 12 horas diarias para la jornada de cada trabajador, para evitar turnos que puedan tener efectos contraproducentes en la salud y calidad de vida de los colaboradores. En tanto, si se acuerda un horario laboral mayor a las 10 horas por día, se deberá entregar una hora de colación que será considerada como trabajada, a diferencia de lo que ocurre actualmente.
Por último, cada empleado podrá definir si su tiempo de descanso para colación será de una hora completa o acortará este periodo a 30 minutos, situación que permitiría que termine su jornada anticipadamente y pueda salir más temprano de su trabajo.
¿Cómo funcionaría la nueva jornada?
Si bien aún no se han aclarado totalmente los aspectos prácticos de la propuesta, en lo primordial cada trabajador podrá negociar su jornada al momento de ser contratado, ya sea para trabajos a tiempo indefinido o esporádicos.
De esta manera, como primera alternativa se mantendrá la actual jornada laboral, con lapsos de trabajo de nueve horas diarias distribuidos en cinco días. En tanto, si se quiere trabajar durante cuatro días a la semana, la opción podrá llegar a las 12 horas durante tres jornadas, a las que se sumará una de nueve.
También podrá haber negociaciones colectivas por los horarios de trabajo que sean canalizadas a través de los sindicatos, para definir una jornada estándar, cuya elección será opcional para cada trabajador.
Cabe destacar que, con esta propuesta, las jornadas no deberán ser impuestas por ninguno de los negociantes, ya que lo que se espera con la idea es que ambas partes busquen una opción que se acople al rubro en el que se desempeña la empresa contratante y a las expectativas del nuevo colaborador.
No todos están conformes
La idea gubernamental no ha quedado exenta de polémicas, principalmente en lo referido a la esperada disminución en las horas de la jornada laboral que se había propuesto en el inicio de la discusión parlamentaria, la que finalmente no se materializó en la propuesta.
“El Gobierno aquí se ha farreado una oportunidad histórica. Era el momento de rebajar de 45 a 40 horas las jornadas semanales en nuestro país"”, destacó el presidente Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, Raúl Soto, quien se mostró poco convencido.
En tanto, expertos en la materia como el economista Joseph Ramos puntualizó que los derechos del trabajador aumentarán con la reforma, ya que “el trabajador que no quiera no tiene que sumarse y en ese sentido yo no veo que debilite los derechos del trabajador”.
Cabe destacar que el Proyecto sobre Adaptabilidad Laboral aún no ha entrado a discusión en el Parlamento, por lo que podría sufrir muchas modificaciones al momento de ser estudiada en las Cámaras de nuestro país.
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