En la era actual, con el fortalecimiento del uso de plataformas tecnológicas, el auge de las transacciones y los trámites realizados en línea han hecho que la seguridad de los datos se haya vuelto una práctica de crítica importancia en Chile.

Tanto los avances tecnológicos como la necesidad surgida a raíz de la pandemia han impulsado la adopción de soluciones digitales en diversos sectores. No obstante, esta aceleración hacia la digitalización también ha conllevado un preocupante incremento en los ciberataques, lo que plantea desafíos en el ámbito de la ciberseguridad en el país.

¿Por qué Chile es escenario de ataques?

El actual panorama tecnológico en Chile se caracteriza por una interconexión sin precedentes entre individuos, empresas y el gobierno. El uso de internet se ha masificado en todos los estratos sociales y la conectividad se encuentra en niveles históricos.

Este cambio hacia la digitalización se ha visto impulsado por la comodidad y la eficiencia que ofrecen las transacciones en línea. Como resultado, la sociedad chilena ha experimentado una transformación profunda en la forma en que se llevan a cabo los negocios y se accede a los servicios.

Sin embargo, esta transición digital no ha estado exenta de consecuencias negativas. Los ciberataques han evolucionado, aprovechando las brechas de seguridad en sistemas, redes y dispositivos, dando lugar a una preocupación latente.

Además, la falta de conciencia generalizada sobre la seguridad cibernética ha contribuido a la vulnerabilidad del país ante los ciberataques. Muchos individuos y organizaciones no están conscientes de las amenazas cibernéticas, las prácticas de seguridad recomendadas o cómo identificar potenciales ataques.

Por esto, la importancia de la ciberseguridad en Chile se ha convertido en un tema central en la agenda, impulsando la implementación de medidas de seguridad, la promulgación de leyes y regulaciones más estrictas y la inversión en capacitación y concientización pública sobre la ciberseguridad.

Incluso, esto llevó a que el gobierno chileno estableciera la Agencia Nacional de Ciberseguridad, cuyo objetivo es la prevención, detección y respuesta a amenazas cibernéticas, colaborando con el sector público y privado para promover un entorno digital más seguro en Chile.

¿Cuáles son los tipos de ataque más comunes en el país?

Uno de estos métodos más utilizados es la llamada ingeniería social, táctica que utiliza técnicas para engañar a individuos o empleados de organizaciones y obtener información personal o confidencial. Esto es muy común a través de redes sociales o plataformas como whatsapp, donde los piratas digitales pueden hacerse pasar por otras personas para persuadir a las víctimas a revelar datos sensibles.

Otro método ampliamente empleado es el phishing, donde los atacantes envían correos electrónicos fraudulentos que parecen provenir de bancos, instituciones gubernamentales o empresas reconocidas. Estos mails suelen contener enlaces o adjuntos maliciosos que, al ser abiertos o descargados, permiten a los atacantes acceder a información confidencial o tomar el control de los sistemas de la víctima.

En la misma línea se encuentra el malware, o software malicioso, los que pueden propagarse a través de descargas de archivos adjuntos infectados, sitios web comprometidos o incluso dispositivos USB contaminados.

Por último, el ransomware es una forma de ataque que ha ganado notoriedad en los últimos años. En este caso, los atacantes secuestran los datos o sistemas y exigen un rescate para su liberación. Esto puede causar pérdidas significativas, ya que los datos quedan inaccesibles hasta que se pague el rescate. Este tipo de ataques es el más común en grandes organizaciones y ya ha ocurrido en empresas de telefonía y bancos en nuestro país.

Las áreas más afectadas por los ataques

Dentro de los sectores más afectados en el país se encuentra el comercio en línea, debido al gran número de transacciones que se realizan a diario. Los datos de tarjetas de crédito, información personal y detalles de compras de los usuarios pueden ser objetivos valiosos para los atacantes, lo que crea una presión constante para mejorar la seguridad en este sector.

El mismo factor hace que el sector financiero también sea un objetivo de alto valor para los ciberdelincuentes, debido a la posibilidad de acceso a información financiera y datos personales. Así, un ataque exitoso en este sector podría tener graves implicaciones para la seguridad, además de generar un gran impacto económico.

Otro sector altamente vulnerable son las telecomunicaciones, debido a su papel crítico en la infraestructura digital y las comunicaciones globales. Estas redes gestionan volúmenes masivos de datos y servicios esenciales, lo que las convierte en un objetivo atractivo para ciberdelincuentes.

Las instituciones gubernamentales también han sido objeto de interés para los ciberdelincuentes. Estas entidades albergan una gran cantidad de información confidencial y datos de los ciudadanos, por lo que el acceso a esta información podría tener consecuencias significativas, como el robo de identidad a gran escala o la exposición de secretos gubernamentales.

Finalmente, el sector de la salud es un activo valioso debido a la sensibilidad y el valor de los datos médicos, como historiales, diagnósticos y tratamientos. Por esto, la filtración de información médica personal de pacientes podría ser utilizada con fines fraudulentos o extorsivos.

¿Qué prácticas hay que impulsar para fortalecer la ciberseguridad en Chile?

La seguridad cibernética en Chile se ha convertido en un objetivo fundamental. Por esto, es importante realizar y tener en cuenta una serie de medidas proactivas y buenas prácticas para protegerse eficazmente contra los ciberataques.

En primer lugar, mantener los programas y sistemas digitales actualizados es esencial. Esto implica la instalación regular de actualizaciones de software y parches de seguridad proporcionados por fabricantes y desarrolladores, las que corrigen vulnerabilidades conocidas y fortalecen las defensas contra nuevas amenazas cibernéticas emergentes.

Así mismo, la educación en seguridad cibernética es crucial en las empresas u organizaciones. Capacitar a empleados y ciudadanos en prácticas de seguridad en línea significa crear conciencia sobre las amenazas digitales, lo que contribuye significativamente a la reducción de la exposición a riesgos cibernéticos y a la creación de una cultura de seguridad en la sociedad chilena.

De cara a los usuarios, el uso de contraseñas fuertes y la autenticación de dos factores es un componente central de la seguridad cibernética. Las contraseñas robustas deben ser únicas, complejas y difíciles de adivinar, lo que hace que sea considerablemente más difícil para los atacantes acceder a cuentas.

Por último, la copia de seguridad regular de datos críticos es una práctica esencial para minimizar el impacto de los ataques de ransomware y otros incidentes de pérdida de datos, ya que esto permite la restauración de la información en caso de una interrupción o un ataque exitoso.