Este inicio de 2025 trae consigo un importante cambio para los trabajadores en Chile, ya que a fines de mes se dará un aumento en el sueldo mínimo, tal como se había previsto durante el último semestre del año pasado.

Este ajuste responde a lo estipulado en la Ley 21.578, que establece actualizaciones automáticas del ingreso mínimo en función de las variaciones económicas que atraviese el país, buscando aliviar el impacto del costo de vida en los hogares y asegurando que el salario base mantenga su poder adquisitivo frente a la inflación.

El reajuste, que ya es oficial desde el 1 de enero de 2025, se da en un contexto de inflación aceptable, acumulada durante 2024, lo que ha sido clave para determinar el nuevo monto del ingreso mínimo mensual.

¿Por qué se produce este aumento?

El incremento del sueldo mínimo responde a una fórmula previamente establecida por ley, que considera la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Entre julio y diciembre de 2024, la inflación acumulada se situó en un rango estimado entre el 2,2% y el 2,4%, lo que fue determinante para el reajuste de este año.

Aunque aún no se dispone de la cifra final de inflación anual, esta se dará a conocer en los próximos días, lo que permitirá confirmar los cálculos exactos para el ajuste. Sin embargo, las proyecciones ya permiten anticipar que el sueldo mínimo superará la barrera de los $511.000, marcando un hito importante para los trabajadores.

Este mecanismo automático de reajuste busca proteger a las familias más vulnerables, evitando que el alza del salario sea afectada por la discusión política, garantizando un ingreso que se adecúe al alza del costo de bienes y servicios esenciales.

¿Cómo afecta el aumento del salario a los trabajadores?

El incremento del sueldo mínimo tiene un impacto directo en más de 1 millón de trabajadores en Chile que reciben este salario base. Además, genera un efecto en cadena en otros ámbitos laborales y sociales, ya que también involucra un aumento en los beneficios y subsidios asociados al ingreso mínimo, como la asignación familiar y el subsidio al empleo.

De todas formas, el ajuste también tiene implicancias para las pequeñas y medianas empresas (pymes), las que deberán equilibrar nuevamente sus presupuestos para adaptarse al aumento en el gasto salarial, sin poner en peligro las operaciones.

Orden estimado del nuevo sueldo mínimo

Aunque el monto exacto puede variar dependiendo de los ajustes finales, el sueldo mínimo para enero de 2025 se sitúa en un rango aproximado entre 511.000 y 512.000 pesos como monto bruto, hito que refleja un esfuerzo por parte de las autoridades y el mundo privado para alcanzar mejores condiciones laborales y sociales.

Es importante destacar que este aumento no es definitivo, ya que la ley contempla revisiones periódicas para asegurar que el salario base siga siendo representativo de las condiciones económicas. De hecho, se espera que en abril de 2025 se presente un nuevo proyecto de reajuste, cuyo monto entraría en vigor a partir de mayo de este año, según lo estipulado en la legislación vigente.

Lo que viene: ajustes futuros y apoyo a las pymes

El aumento del sueldo mínimo plantea retos importantes, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, que muchas veces enfrentan dificultades para absorber los costos adicionales. Para mitigar este impacto, el gobierno ha implementado programas de apoyo, como subsidios al empleo y capacitaciones para mejorar la productividad.

Asimismo, el reajuste también abre el debate sobre la necesidad de avanzar hacia un salario mínimo que no solo cubra el costo de vida, sino que también fomente un mayor desarrollo personal y familiar. Esto podría incluir ajustes diferenciados según regiones o sectores económicos.

El aumento del sueldo mínimo en enero de 2025 es una muestra del compromiso por mejorar las condiciones de vida de los trabajadores en Chile, representando un avance significativo en la lucha por salarios justos y dignos.

En los próximos meses, será clave entender cómo este ajuste impacta la economía y las familias, así como los acuerdos que se establecerán para futuros reajustes, lo que permitirá anticipar los nuevos movimientos del salario durante este año y 2026.