En la era digital actual, la ciberseguridad ha adquirido una importancia sin precedentes en Chile, donde tanto empresas como el Estado han reconocido la necesidad de proteger sus activos digitales ante las crecientes amenazas cibernéticas.

En este contexto, la promulgación de la Ley Marco sobre Ciberseguridad e Infraestructura Crítica ha marcado un hito significativo al establecer un escenario legal que busca salvaguardar los sistemas de información críticos para el funcionamiento del país, situación que refleja la creciente conciencia sobre la necesidad de fortalecer la estructura cibernética en un entorno cada vez más interconectado.

A medida que Chile avanza hacia la transformación digital, las empresas y entidades gubernamentales se enfrentan a desafíos y riesgos significativos en el ámbito de la ciberseguridad. La interconexión de dispositivos y sistemas, junto con el aumento de la actividad en línea, ha creado un escenario propicio para amenazas digitales más sofisticadas. En este contexto, es fundamental comprender las tendencias emergentes y los desafíos que impactan directamente en la seguridad cibernética del país.

La IA toma relevancia para este 2024.

Con la aparición de plataformas basadas en Inteligencia Artificial (IA) con acceso universal, como ChatGPT, este tipo de herramientas se ha vuelto tanto un aporte como una amenaza para la industria.

En primer lugar, las IAs emergen como una herramienta clave para fortalecer la ciberseguridad en Chile, ya que las soluciones basadas en este tipo de plataformas tienen la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real, identificando patrones y anomalías que podrían indicar posibles amenazas.

Así, el aporte de la inteligencia artificial podría ayudar en temas como la detección temprana de actividades maliciosas hasta la predicción de vulnerabilidades potenciales, lo que la convierte en un aliado fundamental para anticipar y contrarrestar los ataques cibernéticos.

Sin embargo, también existe la preocupación de que se pueda aprovechar la IA para llevar a cabo ataques más sofisticados y perjudiciales, ya sea mediante automatización, creación de malware o incluso, apelando a la suplantación de identidad, lo que obliga a las autoridades a fortalecer los procesos y mejorar las herramientas de control.

Aumento de ataques y amenazas

Chile no es inmune al creciente número de ataques cibernéticos a nivel global. Durante 2023 se pudo observar un aumento constante en la frecuencia y sofisticación de estos ataques, que van desde el ransomware hasta el robo de datos sensibles.

Así mismo, nuestro país se enfrentará a amenazas significativas en el ámbito de la ciberseguridad que ya han afectado a otras regiones, como el ciberespionaje, el sabotaje de infraestructuras críticas y el robo de propiedad intelectual, situaciones que ponen en riesgo la seguridad de las instituciones, la estabilidad económica y la seguridad nacional.

Por esto, las instituciones ubicadas en nuestro país enfrentan el desafío de mantenerse a la vanguardia en cuanto a la detección y mitigación de estas amenazas, lo que se traduce en la necesidad de inversiones continuas en tecnologías y estrategias de ciberseguridad.

Contrarrestar el debilitamiento de la seguridad cibernética a nivel general

A pesar de la relevancia que se le ha dado desde las autoridades, aún existe una falta de conciencia sobre ciberseguridad por parte de la industria. Esto se suma a la falta de talento especializado en el área y a la demora en la implementación de medidas de seguridad, situaciones que pueden debilitar la seguridad cibernética del país.

Por esto, es crucial mantener la atención constante en estos temas dentro del mercado nacional, estos aspectos claves como la capacitación continua de los trabajadores, la promoción de buenas prácticas de ciberseguridad y la adopción de medidas proactivas para prevenir vulnerabilidades en las empresas y también a nivel de herramientas cotidianas como el uso de teléfonos inteligentes o computadores.

La importancia de la colaboración Público-Privada

Chile es uno de los países con mayor penetración de internet en la sociedad, por lo que cualquier posibilidad de ataque cibernético abre la puerta a dificultades de gran escala dentro del entorno digital en el que nos desarrollamos.

Por esto, la colaboración entre el sector público y privado debe intensificarse para abordar las amenazas cibernéticas de manera efectiva, estableciendo alianzas estratégicas para compartir información, recursos y mejorar las prácticas en ciberseguridad.

Incentivar a los colaboradores a vivir una cultura de ciberseguridad

Integrar la ciberseguridad en la cultura corporativa implica la participación de todos, desde la alta dirección hasta los empleados de nivel básico, incluyendo aspectos como buenas prácticas digitales, pero también abordando aspectos conductuales y organizativos para garantizar la protección de los activos digitales de la empresa.

Para fortalecer la cultura de ciberseguridad en la industria, es esencial concientizar y capacitar a los empleados implementando programas educativos que aborden las mejores prácticas de seguridad cibernética, identificando amenazas y protocolos de respuesta ante incidentes y fomentando una comprensión profunda de las posibles amenazas, como el phishing o la ingeniería social.

También es importante promover la idea de que la ciberseguridad es una responsabilidad compartida, impulsando a los empleados a reportar cualquier actividad sospechosa y establecer canales de comunicación efectivos para informar incidentes de seguridad.

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