La sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente se han vuelto un aspecto crucial en el funcionamiento de la industria a nivel mundial, y nuestro país no se queda al margen en la búsqueda y desarrollo de nuevos elementos y herramientas que permitan alcanzar este objetivo en los próximos años.

En esta línea, el hidrógeno verde (h2v) se ha convertido en uno de los productos que más ha destacado en este proceso, al tratarse de un combustible limpio y sostenible que se puede utilizar para generar electricidad, alimentar vehículos e impulsar la manufactura de productos farmacéuticos y materiales sintéticos.

Por esta razón, Chile viene apostando por este combustible inicios de esta década y ya cuenta con más de 20 proyectos de desarrollo de este producto en el país, aunque se espera que la industria se consolide a nivel comercial en algunos años.

¿Qué es el hidrógeno verde y cuáles son sus ventajas?

El hidrógeno verde es el nombre que se le da al hidrógeno que sirve como combustible. Se produce mediante la electrólisis del agua, que es un proceso que separa el hidrógeno y el oxígeno del agua utilizando electricidad, la que en este caso debe provenir de fuentes renovables, lo que hace que el hidrógeno verde sea una fuente de energía limpia y sostenible.

Además, el hidrógeno verde tiene la ventaja de que, al ser utilizado, no genera dióxido de carbono (CO2), uno de los gases más contaminantes que genera el uso de combustibles fósiles y que genera gran parte del efecto invernadero que ha incidido en el cambio climático de los últimos años. Así, permite cuidar el medioambiente y a las personas.

Por esto, este tipo de combustible tiene el potencial de contribuir de forma significativa a la transición energética de Chile, ya que nuestro país tiene una gran cantidad de recursos energéticos renovables que aún no han sido explotados en su totalidad, como la energía solar o eólica.

En este escenario hipotético, el uso de hidrógeno verde se podría promover a nivel empresarial, fomentando el uso de maquinarias y empresas adaptadas a este tipo de combustible, pero también a nivel individual, al subsidiar la modificación o la compra de vehículos que utilicen hidrógeno.

El desarrollo del Hidrógeno verde en el país

Con el aumento de los casos de contaminación aguda que han sufrido algunos sectores del país y la preocupación por la dependencia del petróleo existente en el mercado, el Estado chileno comenzó a desarrollar la industria del hidrógeno verde a partir del periodo 2020-2021.

De hecho, en 2022 se publicó la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, proyecto que tiene como objetivo convertir a Chile en un líder mundial en la producción y exportación de hidrógeno verde, debido a cantidad de recursos y a la ubicación geográfica estratégica en este ámbito, ya que permitiría que el país pueda exportar este combustible en la región y en Asia.

En la misma línea, este año la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) firmó un acuerdo con seis empresas internacionales para desarrollar hidrógeno verde en Chile, generando mayor infraestructura en la Región de Magallanes y promoviendo la sostenibilidad de sus procesos al construir el primer polo de h2v en el continente.

Y este proyecto demuestra una de las grandes oportunidades que podría tener el país, ya que se estipula una inversión de hasta 500 millones de dólares y la creación de más de 2 mil empleos. Así, el hidrógeno verde tiene el potencial de contribuir de forma significativa a la economía chilena, generando empleos, atrayendo inversiones extranjeras y aumentando las exportaciones del país.

Los desafíos del desarrollo del hidrógeno verde en Chile

A pesar de que el escenario inicial parece favorable, el desarrollo del hidrógeno verde en Chile aún debe enfrentar varios desafíos para consolidar las expectativas que se pueden tener al respecto.

El obstáculo principal por el que atraviesa la industria actualmente son los costos de producción, ya que la generación de h2v es más cara que la del hidrógeno gris, que se produce mediante la combustión de combustibles fósiles, o la extracción de petróleo. Sin embargo, este costo está disminuyendo constantemente a medida que la tecnología se va desarrollando.

Otro desafío es la disponibilidad de infraestructura y la ubicación geográfica de la misma. En Chile, la mayor parte de la infraestructura existente y proyectada se encuentra en la Región de Magallanes, al extremo sur del país, por lo que la industria requeriría el traslado de una gran cantidad de trabajadores para su desarrollo.

Así mismo, la cantidad de nueva infraestructura requerida, como plantas de electrólisis, tuberías de transporte y estaciones de recarga, podría generar problemas a la hora de realizar estudios de medioambiente, afectando al ecosistema de la región. Eso sin contar la inversión económica que requeriría.

A pesar de estos desafíos, el desarrollo del hidrógeno verde en Chile se ha vuelto un proyecto esencial a nivel estatal, debido a su potencial al momento de contribuir de forma significativa a la economía y al medio ambiente del país.

Por esto, es crucial que el gobierno chileno siga apoyando su desarrollo, ya sea de manera directa o entregando un apoyo sustancial al sector privado para poder desarrollar esta industria y consolidarla a nivel latinoamericano y mundial.