El mercado competitivo en el cual están inmersas las empresas hoy en día, hace que el servicio por sí mismo, no sea el principal elemento que ofrece la empresa, además de esto resulta beneficioso diferenciarse del resto de empresas al ofrecer un valor agregado, tal como es una sólida atención al cliente.
Los clientes son cada vez más exigentes, ya no sólo buscan precio y calidad, sino también, una buena atención, un ambiente agradable, comodidad, un trato personalizado y un servicio rápido.
Cuando un cliente queda insatisfecho por el servicio o la atención, hablará mal de la empresa con los demás consumidores y clientes e incluso en redes sociales.
En caso de tener a los clientes contentos con el servicio y la atención, recomendará la empresa a los demás clientes y consumidores.
Bajo esta premisa, hoy en día se hace casi obligatorio el tener preparado y contemplado el brindar una buena atención al cliente.
Esto debe estar implantado en la mente de todos los actores en una empresa, en todos los aspectos del negocio, desde el saludo al entrar por primera vez a la empresa hasta las llamadas contestadas por la secretaria. Por este motivo debemos capacitar a todo nuestro personal, todos deben estar motivados en brindar el mejor servicio y la mejor atención a sus clientes, ya sean nuevos o para fidelizar a los que ya están consolidados con la empresa.
Cuando un cliente encuentra el producto o servicio que buscaba y además recibe una buena atención por parte de los vendedores y los demás actores en la empresa, este queda muy satisfecho y esto hace que vuelva e incluso nos recomiende con otros potenciales clientes.
Debemos procurar que el cliente no sea mal atendido y que no deje de visitarnos, siempre debemos pensar que habrá una oportunidad en que quiera necesitar de nuestros productos y servicios, aunque en aquella oportunidad no lo haya requerido. Un cliente bien atendido, aunque no nos contrate es una persona que nos recomendará con otros posibles clientes.
Por último, la buena atención a los clientes no sólo debe darse durante el proceso de compra, sino que debe estar presente durante toda la relación con el cliente y siempre en contacto con ellos, ya sea mediante encuestas o simplemente para preguntar si necesita cualquier servicio extra o como le ha resultado el servicio, siempre con una buena disposición.