La propuesta del Gobierno de entregar un subsidio a quienes reciban un salario menor a los 370 mil pesos brutos ha tenido criticas dispares. Por esto a continuación, te explicamos los detalles y cambios que propone el Ejecutivo.
Uno de los problemas que ha impulsado al actual movimiento social que se vive en el país tiene relación con el salario mínimo que reciben los trabajadores en Chile, principalmente con el hecho de que el monto especificado no alcanza para cubrir las necesidades básicas de una familia.
Por esta razón, uno de los pilares de la Agenda Social impulsada por el presidente Sebastián Piñera es el ingreso mínimo garantizado de $350.000 para cada trabajador, el cual permitirá aumentar los sueldos sin implicar gastos por parte de los empleadores.
De todas formas, la propuesta no ha estado exenta de polémicas, ya que no se ha aclarado la totalidad de los montos que cada trabajador recibirá ni la forma de pago que tendrá este subsidio, que implicará un gasto cercano a los 116 mil millones de pesos por parte del FISCO.
¿Cuál es el escenario actual?
Actualmente, el ingreso mínimo ingreso tiene un piso de $301.000 de salario bruto mensual - sin descontar cotizaciones, seguro de salud ni seguro de cesantía- para cada colaborador, siempre que este se encuentre contratado en el formato de jornada completa, cumpliendo las 45 horas semanales estipuladas por ley.
Luego de los descuentos imponibles, el monto queda en aproximadamente 240 mil pesos al bolsillo de cada trabajador, sin contar gratificaciones o subsidios que pueda tener, ya sean estatales o acordados con el empleador.
Este monto se encuentra vigente desde el 1 de marzo de este año, cuando aumentó $13.000 gracias al acuerdo de incremento progresivo acordado en el parlamento en 2018, y es válido para los trabajadores entre 18 y 65 años, ya que los menores de edad y la tercera edad cuentan con un mínimo de $224.704.
¿Cómo funciona el nuevo ingreso mínimo garantizado?
El proyecto de ingreso mínimo garantizado propuesto por el gobierno de Sebastián Piñera consta de un subsidio no imponible máximo de $49.000 que irá directamente hacia los trabajadores que cuenten con un salario bruto de hasta $370.000, Siempre que el trabajador pertenezca al 90% de los hogares más vulnerables.
Al no ser imponible, este subsidio no tendrá descuentos ligados a seguridad social o de salud, por lo que el monto específico que le corresponda a cada trabajador será entregado de manera íntegra. Además, el gasto relacionado a este subsidio será cubierto en su totalidad por el Estado, por lo que no implicará un gasto por parte de cada empleador.
De todas formas, no todos los colaboradores con un sueldo bruto menor a 370 mil recibirán los 49 mil pesos del subsidio, ya que el monto irá descendiendo a medida que aumente el salario recibido. Así, quien gane 340 mil pesos tendrá un subsidio de $21.304 y el aporte para los salarios de $369.000 será de 14 mil pesos, según los datos de la Subsecretaría de Evaluación Social.
Cabe destacar que aquellos trabajadores que tengan contratos por jornada parcial también podrán acceder a este beneficio, de manera proporcional a las horas trabajadas por cada mes.
Las dudas que deja el proyecto
El principal cuestionamiento que ha recibido este proyecto por parte de los detractores de la Agenda Social gubernamental se refiere a que el monto será entregado por el Estado y no contará con ningún aporte por parte de los empleadores, decisión defendida por el Gobierno para no afectar los índices de cesantía en el país.
En este escenario, la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, destacó que “si hubiésemos tomado la decisión de subir de una sola vez el salario mínimo, de $301 mil a $350 mil podría complejizar las oportunidades laborales de los trabajadores más vulnerables, complejiza la situación de las pymes que son justamente los trabajadores a los que más queremos ayudar”.
También ha sido tema de críticas el monto final que recibirá cada trabajador que cuente con el subsidio, ya que los 350 mil pesos ofrecidos son en el papel, pero no en la práctica. Con los descuentos respectivos en el salario bruto, un trabajador que gane el mínimo sólo tendrá $289.000 para su bolsillo, lo que sigue siendo insuficiente para los gastos generales de la vida diaria.
Al mismo tiempo, las autoridades no han aclarado como llegará este dinero a los trabajadores. Por ejemplo, aún no se sabe si el monto deberá ser incluido al momento del pago de sus remuneraciones por parte del empleador o si este monto será entregado a través de instituciones como Cajas de Compensación.
Si quieres conocer más detalles de la propuesta de Agenda Social, te invitamos a visitar el sitio web creado por el gobierno
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