
Ley de 40 horas: Implementación, beneficios y críticas de la nueva jornada
Hace unos días, el Gobierno promulgó la Ley que reduce la jornada laboral a 40 horas semanales, proyecto que llevaba años en trámite en el parlamento y que modificará el formato de trabajo de los chilenos en los próximos cinco años.
Esta ley, que fue presentada en el parlamento por primera vez en 2017 y que fue retomada por el Ejecutivo en el último año, busca rebajar las horas laborales para casi 5 millones de trabajadores en el país, intentando conseguir un equilibrio entre los espacios de trabajo y tiempo libre de las personas.
No obstante, lo anterior es importante conocer las características de la implementación de esta nueva normativa, el impacto que tendrá sobre la producción, las excepciones que se conocen hasta el momento y los beneficios y críticas que ha recibido.
¿Cómo se implementará la nueva ley?
Uno de los acuerdos más importantes al momento de aprobar la reducción de la jornada laboral fue la gradualidad de su implementación en los próximos cinco años, dando este plazo para que las empresas puedan adaptar sus procesos y acoplarse de mejor manera al cumplimiento de la normativa.
Por esto, la jornada laboral tendrá una modificación real dividida en tres periodos, como se explica a continuación:
• 2024: La jornada se reducirá de 45 a 44 horas semanales.
• 2026: La jornada se reducirá de 44 a 42 horas semanales.
• 2028: La jornada se reducirá a las 40 horas semanales estipuladas.
Con estos plazos de implementación, se espera que las empresas y los trabajadores puedan mejorar sus procesos de trabajo para adaptarse a la nueva realidad, buscando que la nueva jornada no implique necesariamente una caída en la producción, y brindando un tiempo prudente para que los empleadores estudien los efectos que esta modificación puede traer al día a día de los espacios de trabajo.
De todas formas, es importante señalar que cada empresa tendrá la posibilidad de adelantar estos plazos, buscando nuevos horarios de ingreso o salida para sus colaboradores o implementando una jornada de 4x3, la que puede ser pactada de mutuo acuerdo.
En este último caso (jornada 4x3), cada trabajador completará su jornada laboral en 4 días, trabajando 10 horas en cada uno de ellos, pero aprovechando un nuevo día libre siempre que el área en el que se desempeñe lo permita. De hecho, se ha planteado que este tipo de jornada es la única que permitiría una implementación inmediata y sin problemas de la nueva normativa.
Nuevos beneficios implementados en la ley
En la negociación, además del cambio de la jornada también se abrieron nuevos beneficios para los trabajadores, principalmente para aquellos que son padres o cuidadores de menores de 12 años.
En estos casos, la ley abre la posibilidad de abrir una banda horaria distinta, para que estos puedan anticipar o retrasar su jornada para modificar sus horarios y que se acomoden a sus necesidades familiares.
Así mismo, se sumó la posibilidad de que cada trabajador, de manera individual o a través de su sindicato, pueda negociar una cantidad de horas extras definidas, las cuales pueden ser devueltas en un máximo de 5 días de feriado adicional para cada colaborador.
¿Cómo afectará la reducción de la jornada a la industria laboral?
La implementación y los efectos de la reducción de la jornada laboral serán variados dentro de la industria, ya que dependerán directamente de las características propias de cada área y de la forma en la que los trabajadores llevan a cabo su jornada.
Por esto, en áreas como el sector financiero, el comercio, atención a clientes de forma directa y otras áreas de servicio podrían tener una adaptación más simple, ya que estos trabajadores tienden a trabajar con un horario definido.
En cambio, las áreas que requieren un trabajo continuo y turnos extendidos como la salud, minería, transporte o soportes técnicos podrían tener mayores dificultades, ya que sus jornadas se pueden ejecutar durante las 24 horas, donde los colaboradores no necesariamente cumplen horarios predeterminados.
Por esto, la ley ha abierto la posibilidad de que la jornada de 40 horas semanales se pueda contabilizar dentro de un promedio mensual, permitiendo que haya periodos donde los colaboradores puedan realizar más horas que las estipuladas por la ley, para luego ser devueltas en jornadas de medio tiempo o días festivos.
Así mismo, las pequeñas y medianas empresas podrían tener mayores problemas en la ejecución de esta nueva norma, ya que cuentan con menor posibilidad de adaptación al tener menos trabajadores en sus planillas. Por esto, también se han definido un beneficio a aquellas PYMES que reduzcan su jornada de manera anticipada.
Productividad y reducción de jornada
Una de las inquietudes más repetidas ante la reducción de la jornada laboral en el país es el efecto que este cambio podría traer a la productividad y al mercado laboral, principalmente en una posible reducción de sueldos.
De hecho, según un informe publicado por CADEM, más del 50% de los trabajadores creen que el cambio de jornada traerá una reducción al salario en el país, incluso cuando la Ley estipula que las empresas no podrán reducir el sueldo de sus trabajadores actualmente contratados.
Aún así, diversas empresas del rubro, han estipulado que la productividad en la industria podría caer en hasta un 10%, lo que obligaría a las empresas a buscar opciones como la contratación de más trabajadores para mantener la producción en los números actuales.
Excepciones y críticas
Dentro de las excepciones que estipula la nueva ley de reducción de jornada laboral aparecen aquellos trabajadores que actualmente cuentan con Artículo 22 en sus contratos y realizan labores de alta gerencia o trabajan sin supervisión directa de jefaturas.
Así mismo, este cambio no afectará a los funcionarios públicos, situación que será estudiada por el Ejecutivo para próximos cambios y que ha sido fuertemente criticada por las distintas asociaciones de funcionarios en el país.
A su vez, actores del mundo sindical han realizado fuertes críticas al texto promulgado, señalando que la modificación encubre retrocesos laborales y no entrega certezas sobre la jornada laboral y el control del tiempo libre de los trabajadores. Casos que se han criticado por ejemplo, van en lo relacionado al pago de horas extras, las cuales con la nueva normativa, pasarán a traducirse en jornadas liberadas con tope de 5 días, una vez por año, lo cual implica que no serán pagadas en el sueldo como era hasta ahora. Otro tema que no está definido, es qué ocurrirá con las jornadas parciales y las personas que trabajan “a honorarios”. Temas que estarán en la discusión en los siguientes meses para ser aclarados.