El comercio informal representa un desafío creciente para la economía. La crisis económica y el estancamiento del empleo han impulsado a muchas personas a realizar proyectos o negocios vía internet, pero sin formalizar sus actividades.

De hecho, la informalidad se observa en diversos sectores, ya sea en el comercio físico en pequeñas localidades hasta el ámbito digital, donde los negocios en redes sociales y plataformas online han proliferado sin estar sujetos a fiscalización.

Según datos recientes, un porcentaje importante de la fuerza laboral y los emprendedores operan en condiciones informales, lo que genera una falta de aportes tributarios, disminución de los derechos laborales y dificultad para acceder a beneficios estatales.

Para abordar esta situación, el gobierno ha impulsado la nueva Ley de Cumplimiento de Obligaciones Tributarias, ley que apunta a la regulación fiscal de las actividades informales junto con la creación de un entorno comercial más estructurado y competitivo.

¿En qué consiste la ley?

La nueva normativa establece controles y sanciones más estrictas a las transacciones que realizan los negocios informales, especialmente aquellos que operan en redes sociales y reciben pagos frecuentes. Con esto, se busca reducir la evasión fiscal y proteger tanto a los trabajadores como a los consumidores de prácticas comerciales poco reguladas.

Por esto, la ley establece una serie de medidas que incluyen la supervisión de cuentas bancarias que reciben un alto volumen de transferencias de diferentes remitentes. En específico, la normativa indica que las instituciones financieras deberán reportar a aquellas cuentas que reciban 50 o más transferencias al mes.

De esta manera, la regulación permitirá a las autoridades fiscales identificar a quienes realizan actividades económicas sin registro formal y evaden el pago de impuestos.

Objetivos de la ley

El principal objetivo de la Ley de Cumplimiento de Obligaciones Tributarias es combatir la evasión fiscal y la informalidad en el mercado, promoviendo la transparencia en las transacciones comerciales, lo que genera un marco de competencia más justo entre las empresas.

Con este nuevo escenario, se espera que los negocios formales que cumplen con sus obligaciones tributarias puedan operar en un mercado más regulado, mientras que los negocios informales estarán incentivados a formalizarse para evitar sanciones.

De esta manera, la ley contribuye a una economía en la que todos los actores cumplen con los mismos estándares de legalidad y transparencia, generando un impacto positivo tanto para el Estado como para los consumidores.

Es importante destacar que esta normativa se centra en la regularización de actividades comerciales que tradicionalmente han escapado de la supervisión de las autoridades. La creciente digitalización del comercio ha permitido que muchos emprendedores realicen ventas y transacciones sin pasar por los canales formales, dificultando la fiscalización.

Por esto, la Ley de Cumplimiento de Obligaciones Tributarias actúa como una herramienta clave para asegurar que todas las actividades económicas, tanto presenciales como virtuales, se ajusten a los mismos estándares de cumplimiento tributario.

¿Cuál es el impacto que tendrá la ley, las Pymes y los negocios informales?

Si bien se ha considerado que la nueva norma tributaria puede ser un reto para las pequeñas y medianas empresas (pymes), este nuevo marco también presenta una oportunidad.

En la actualidad, muchas pymes realizan ventas a través de canales digitales, recibiendo pagos mediante transferencias bancarias. Bajo la nueva normativa, las pymes deberán asegurarse de que sus transacciones están adecuadamente registradas y declaradas para evitar penalidades.

Esto podría implicar una inversión adicional en la formalización y en sistemas de contabilidad o software que permitan llevar un control adecuado de sus ingresos. Pero, al mismo tiempo, la formalización de todas las transacciones podría abrir nuevas oportunidades de financiamiento y acceso a beneficios estatales.

Además, para aquellas pymes que ya formalizan su actividad en el mundo digital, esto permitirá que se desenvuelvan en un mercado mucho más competitivo y justo, ya que estas son las empresas que principalmente deben competir con aquellas personas que se encuentran en el mercado informal.

De hecho, el impacto de la ley será mucho más significativo para los negocios informales que, aunque generen ingresos constantes, no cumplen con las normativas legales. Estos negocios podrían ver la obligación de registrarse y cumplir con sus obligaciones tributarias, lo cual requerirá un cambio de mentalidad y un compromiso con la legalidad.

Sin embargo, para algunos microemprendimientos, el proceso de formalización podría suponer costos y esfuerzos considerables, algo que podría incluso afectar al empleo.

Soluciones y estrategias para enfrentar el nuevo escenario

Aunque la ley establece normas estrictas, existen diversas soluciones que pueden mitigar los efectos adversos para las pymes y facilitar su transición hacia la formalidad.

Una de las claves en este nuevo formato será optimizar la contabilidad y el control financiero, implementando sistemas de contabilidad robustos que permitan registrar y monitorear todas las transacciones, para así tener una visión clara de los flujos de efectivo y prever cualquier posible error que lleve a sanciones.

Así mismo, la capacitación al personal se volverá muy importante. Es recomendable que las empresas inviertan en la formación de su equipo en temas fiscales y de cumplimiento, para asegurar que todos comprendan las obligaciones de la empresa y puedan manejar las finanzas de manera correcta.

Otra acción para realizar es la diversificación de las formas de pago, lo que ayudará a minimizar el volumen de transferencias desde diversas cuentas, simplificando el proceso de declaración fiscal y reduciendo las probabilidades de sobrepasar el umbral de transferencias supervisado.

Finalmente, será importante que las empresas puedan formalizar la relación con proveedores y sus clientes. Muchas empresas pequeñas aún operan en parte con proveedores o clientes de manera informal, por lo que formalizar estas relaciones mediante contratos y acuerdos comerciales facilitará el registro de ingresos y gastos.

En conclusión, la Ley de Cumplimiento de Obligaciones Tributarias representa un avance en la lucha contra la informalidad y la evasión fiscal en Chile, promoviendo una economía más estructurada y competitiva.

Aunque las pymes y los microemprendimientos podrían enfrentar ciertos desafíos iniciales, las estrategias de apoyo y los incentivos fiscales pueden hacer que el proceso de formalización sea más accesible.

A largo plazo, el cumplimiento tributario y la transparencia beneficiarán a todos los actores involucrados, desde el Estado hasta los consumidores, generando un entorno de negocios más justo y sostenible en el país.