En el mercado laboral chileno de los últimos meses, uno de los retos persistentes ha sido el elevado índice de trabajo informal que muestran las cifras. A pesar de las reformas y regulaciones implementadas, muchos trabajadores aún desempeñan sus funciones sin un contrato formal, lo cual puede poner en riesgo sus derechos laborales y seguridad social.

Tener un contrato adecuado no solo proporciona una mayor estabilidad y protección, sino que también facilita la relación entre colaborador y empleador, asegurando el cumplimiento de las normativas vigentes.

En este escenario, contar con un contrato claro y legalmente reconocido es crucial tanto para los empleados como para los empleadores, ya que define las condiciones laborales, los derechos y las obligaciones de ambas partes.

A continuación, exploraremos los distintos tipos de contrato que existen en Chile, para que tanto empleadores como trabajadores puedan entender mejor las opciones disponibles y tomar decisiones informadas que les beneficien en el ámbito laboral.

Contrato de trabajo indefinido

El contrato de trabajo indefinido es el tipo de contrato más común en Chile. Este tipo de acuerdo laboral es el más estable, ya que no tiene una fecha de término específica, lo que significa que la relación laboral continúa mientras el empleador y el trabajador no decidan ponerle fin. Así, proporciona una mayor seguridad laboral, ya que no está condicionado a una fecha de vencimiento.

Esto permite que los trabajadores con contrato indefinido tengan acceso a una serie de beneficios y derechos, como la estabilidad en el empleo, indemnización por años de servicio en caso de despido y vacaciones anuales, entre otros.

Por esto, este tipo de contrato es ideal para empleos que requieren continuidad y estabilidad a largo plazo.

Contrato a plazo fijo

El contrato de trabajo a plazo fijo está diseñado para aquellos casos en los que la relación laboral tiene una duración determinada, con un período máximo de un año.

Este tipo de contrato se utiliza frecuentemente para cubrir necesidades temporales o estacionales dentro de una empresa. Una vez que el plazo establecido llega a su fin, el contrato se extingue automáticamente, a menos que ambas partes acuerden renovarlo.

En este caso, es importante que tanto el empleador como el trabajador estén claros sobre la duración del contrato y las condiciones de su renovación o finalización.

Contrato a tiempo parcial

En este tipo de relación laboral, el trabajador presta sus servicios por un número de horas inferior a las 40 horas tradicionales de un contrato a tiempo completo. Así, las condiciones y derechos también se ajustan proporcionalmente al tiempo trabajado, lo que puede incluir remuneración, vacaciones y otros beneficios.

Este tipo de contrato puede funcionar para quienes buscan equilibrar el trabajo con otras responsabilidades o intereses, mientras que las empresas pueden utilizar contratos a tiempo parcial para adaptarse a necesidades laborales específicas sin comprometerse a una jornada completa.

Contrato por obra o faena

Esta modalidad de contrato se utiliza para tareas que tienen una duración definida, generalmente asociadas a proyectos específicos o trabajos de construcción, y finaliza una vez que se completa la obra o faena para la cual fue contratado el trabajador.

Por esto, es común en trabajos que son claramente delimitados en términos de tiempo y alcance. Sin embargo, es esencial que el empleador defina claramente el alcance del trabajo y la duración esperada del proyecto para evitar malentendidos y conflictos futuros.

Contrato de trabajo por temporada

El contrato de trabajo por temporada está destinado a cubrir necesidades de producción o servicios que se repiten en ciertos períodos del año, como las temporadas altas en el turismo o la agricultura.

De esta forma, permiten a las empresas manejar los momentos con mayor demanda del año sin comprometerse a un empleo a largo plazo. En tanto, para los trabajadores ofrecen la oportunidad de empleo en periodos específicos, aunque es importante tener en cuenta la naturaleza temporal de estas labores.

¿Cuáles son los beneficios de contar con un contrato laboral?

Contar con un contrato laboral tiene múltiples beneficios que van más allá de la simple formalidad. En primer lugar, garantiza que el trabajador reciba una remuneración justa y oportuna por su labor, sin importar el tipo de contrato que tenga.

La claridad en los términos del contrato asegura que el trabajador esté protegido en cuanto a su salario y las condiciones de pago. Además, en este acuerdo se establecen derechos relacionados con el descanso y la seguridad.

Otro beneficio clave es la igualdad de trato y la posibilidad de negociar colectivamente. Los contratos garantizan que los trabajadores sean tratados de manera equitativa, sin discriminación, junto con otorgar el derecho a negociar sus condiciones laborales, lo que puede llevar a mejoras en sus beneficios y condiciones generales de trabajo.

¿Con qué formalidades debe cumplir un contrato laboral?

En nuestro país, los contratos de trabajo deben ser redactados por escrito para garantizar claridad y proteger legalmente tanto al empleador como al trabajador, incluyendo información esencial como la identidad, una descripción del trabajo, el lugar de empleo, la duración del contrato, la jornada laboral, y la remuneración acordada. Esta formalidad no solo facilita la resolución de conflictos, sino que también proporciona una base sólida para la relación laboral.

Además, es obligatorio registrar el contrato en la Dirección del Trabajo, lo que asegura su reconocimiento oficial y permite el monitoreo de las relaciones laborales por parte de las autoridades.

El contrato debe ser firmado por ambas partes y una copia debe ser entregada al trabajador en el momento de la firma, garantizando que pueda conocer los términos acordados. También pueden incluir cláusulas adicionales para condiciones especiales, como confidencialidad o competencia desleal, que deben ser claras y acordadas por ambas partes para asegurar una relación laboral justa y equitativa.

Trabajadores a honorarios: Una excepción en la legislación laboral

Los trabajadores a honorarios, a diferencia de los empleados con contrato formal, no están regidos por el Código del Trabajo en Chile. Esto significa que no tienen acceso a los beneficios y derechos que este código establece, como el derecho a feriado anual, indemnización por años de servicio o descanso en días festivos. En su lugar, su relación laboral se basa en un contrato de prestación de servicios que las partes acuerdan individualmente.

Aunque algunos derechos pueden ser negociados directamente en el contrato de honorarios, estos trabajadores deben ser conscientes de que no están protegidos por la misma normativa que los empleados con contratos formales.

En un entorno laboral donde la formalidad y la seguridad son fundamentales, ATCOM se destaca como una empresa especializada en ayudar a las organizaciones a cumplir con la normativa laboral vigente.

Contar con la asistencia de ATCOM no solo facilita el proceso de contratación, sino que también asegura que tanto empleadores como trabajadores disfruten de una relación laboral transparente y ajustada a la ley. Para los trabajadores, esto significa mayor seguridad y protección en sus derechos, mientras que las empresas pueden operar con mayor confianza y eficiencia.

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