En un contexto económico complejo, con demasiadas regulaciones e impuestos crecientes, muchas empresas se ven obligadas a reducir su personal como parte de sus ajustes operativos, decisión que puede ser difícil tanto para los empleadores como para los trabajadores.

Para evitar cualquier injusticia hacia el trabajador en estos casos, la legislación chilena establece el finiquito como una herramienta esencial para proteger sus derechos.

Este documento no solo formaliza el término del vínculo laboral, sino que asegura el cumplimiento de las obligaciones legales, otorgando tranquilidad a ambas partes.

Causales de despido y término de contrato en Chile

Existen diversas razones legales por las cuales un contrato de trabajo puede llegar a su fin. Una de las más comunes es el mutuo acuerdo entre el trabajador y el empleador. Esta causal suele darse cuando ambas partes concluyen que lo mejor para ambas es dar término al contrato, estableciendo los términos de forma consensuada.

Por otro lado, la renuncia voluntaria del trabajador es otra forma de poner fin a la relación laboral. En estos casos, es deber del trabajador presentar una carta de renuncia, generalmente con un preaviso de 30 días para que la empresa pueda reorganizarse y buscar soluciones a la salida de este colaborador.

Otra causa común es el despido por necesidades de la empresa, causal que responde a factores externos como la situación económica, cambios tecnológicos o reestructuraciones internas. Si bien es una medida drástica, está regulada por ley.

En la misma línea, existen causales disciplinarias relacionadas a faltas graves del trabajador, como el incumplimiento de sus obligaciones, abandono del trabajo o conductas inadecuadas que afecten el ambiente laboral. Estas razones deben ser documentadas adecuadamente por el empleador para justificar el despido.

También aparece el vencimiento del plazo del contrato, lo que aplica a aquellos acuerdos que tienen una duración definida o asociados a una tarea específica, tras la cual la relación laboral llega a su término de forma automática.

En otra circunstancia menos común, existe la figura del "Auto despido" o Despido Indirecto, que es la facultad que tiene el trabajador de poner término al contrato de trabajo cuando el empleador incurre en alguna de las causales somo ser: Falta de probidad, conductas de acoso sexual, vías de hecho, Injurias, conducta inmoral y conductas de acoso laboral. Asimismo, también se incluyen actos, omisiones o imprudencias temerarias que afecten a la seguridad o al funcionamiento del establecimiento, a la seguridad o a la actividad de los trabajadores, o a la salud de éstos y por último, el incumplimiento grave de las obligaciones que impone el contrato. Estas causales están reguladas en los artículos 171 y 160 del Código del Trabajo.

Es una figura riesgosa para el trabajador, ya que debe presentar la documentación comprobatoria de alguna de las situaciones antes descritas, ante la Inspección del Trabajo y ante el ex empleador y además debe llevar el caso a juicio, presentando una demanda en contra del ex empleador en un juzgado del trabajo. En el caso de que el resultado del juicio sea favorable al trabajador, éste tendrá derecho a un finiquito equivalente a un despido por parte del empleador, es decir, puede incluir indemnizaciones correspondientes. El mayor riesgo está en que si el juicio resulta desfavorable para el trabajador, éste sólo recibirá un finiquito equivalente al de una renuncia voluntaria, lo que conlleva la pérdida legal de los años de servicio que hubiera obtenido en caso de un despido por “necesidades de la empresa”, además de que la persona queda sin trabajo por su propia voluntad.

Finalmente, en circunstancias más desafortunadas, el contrato puede finalizar debido al fallecimiento del trabajador. Este evento inevitable pone fin al vínculo laboral de manera inmediata y genera obligaciones legales específicas para los empleadores, como el pago de indemnizaciones a los herederos.

Tipos de finiquito según la legislación chilena

El tipo de finiquito depende directamente de la razón o causal que origine el término de la relación laboral entre colaborador y empleador. Por ejemplo, el finiquito por mutuo acuerdo es la forma más armónica de finalizar un contrato. Este tipo de finiquito suele incluir beneficios negociados, lo que lo convierte en una opción preferida en situaciones de buena relación laboral.

El finiquito por renuncia voluntaria, por su parte, se genera cuando un trabajador decide de manera unilateral abandonar su puesto. En este caso, se documentan los beneficios que corresponden según lo trabajado hasta la fecha de término, normalmente los días de vacaciones que no se han tomado o algún bono que el trabajador consiguió, pero que aún no se ha pagado.

En tanto, el finiquito por necesidades de la empresa es una de las modalidades más frecuentes en tiempos económicos difíciles. Este documento detalla las razones estructurales, económicas o tecnológicas que justifican el despido, además de incluir las indemnizaciones correspondientes.

Algo similar ocurre en el caso del finiquito por despido justificado, el que detalla las razones del despido y los montos que corresponden al trabajador, siempre ajustados a la normativa vigente.

Por último, el finiquito por término de contrato aplica cuando se cumple el plazo o se finaliza la obra, por lo que se emite este documento para formalizar la desvinculación del trabajador.

Cálculo del finiquito: ¿Cómo se determina la indemnización?

El cálculo del finiquito es un proceso detallado que asegura que el trabajador reciba lo que le corresponde por ley. Este monto incluye diversos conceptos, como la remuneración pendiente, que contempla los días trabajados no pagados hasta la fecha de término del contrato. Además, se suman los días proporcionales del mes si el término ocurre antes de completarlo.

Otro componente fundamental son las vacaciones proporcionales, que deben ser compensadas económicamente si no fueron utilizadas por el trabajador. Estas vacaciones se calculan en base al tiempo trabajado durante el año correspondiente.

En algunos casos, el trabajador tiene derecho a una indemnización por años de servicio. Esta compensación equivale a un mes de sueldo por cada año trabajado, con un límite de 11 años, y se aplica principalmente en despidos por necesidades de la empresa. El cálculo se realiza tomando como base el último sueldo imponible.

Finalmente, se incluyen otros beneficios establecidos en el contrato o la normativa vigente, como bonos, gratificaciones u otras prestaciones. Es importante también considerar las deducciones obligatorias, como cotizaciones previsionales y retenciones tributarias.

El finiquito es una herramienta clave para garantizar una desvinculación laboral justa y ordenada, tanto para trabajadores como para empleadores. Entender sus causales, tipos y cálculo no solo facilita el proceso, sino que también asegura el cumplimiento de la ley laboral que aplica a estos casos.