La tecnología ha traído importantes cambios al día a día de las personas, ya sea al momento de comunicarse entre sí, realizar tareas diarias como realizar compras o pagar servicios e, incluso, ha abierto nuevos mundo en el rubro laboral, al abrir la posibilidad de separar la idea del trabajo a un espacio físico o a una oficina en particular.

Y si bien el teletrabajo o las labores remotas son los métodos más comunes en que la tecnología se integra al trabajo diario, principalmente por efecto de la pandemia, hay otro fenómeno que ha ido ganando relevancia en los últimos años: los turistas laborales.

¿Qué es el turismo laboral?

Este tipo de turismo se da cuando hay personas que viajan a otros países buscando oportunidades de empleo, pero no con el objetivo de establecerse o migrar al país al que se viaja, sino que, con el afán de tener un trabajo temporal, combinando las actividades de trabajo y de un viaje por placer.

Por esto, a diferencia de un trabajador común que decide migrar, un turista laboral busca empleo temporal con contratos de trabajo de corta duración, limitados a ciertos sectores o empleos específicos.

Normalmente, este tipo de personas se caracterizan por ser aventureras, priorizando la idea de experimentar diferentes culturas y estilos de vida, mientras ganan dinero para financiar su viaje. De esta forma no se concibe el trabajo como una idea estable, sino que como diferentes experiencias que permitan mantener un estilo de vida nómade moderno, viajando por diferentes países y culturas.

Para poder realizar este tipo de trabajo, los turistas laborales suelen obtener visas o permisos temporales que les permiten trabajar legalmente en el país de destino por un período determinado. Estas visas pueden estar vinculadas a trabajos específicos o sectores de la economía, y generalmente tienen restricciones en términos de la duración del empleo y las actividades laborales permitidas.

¿Qué ventajas trae para las personas el turismo laboral?

En primer lugar, la principal ventaja que se puede encontrar en este tipo de trabajos es la experiencia cultural que se obtiene. El turismo laboral ofrece la oportunidad de sumergirse completamente en una nueva cultura, teniendo la posibilidad de vivir y trabajar en el extranjero, interactuar con locales, participar en tradiciones y costumbres, y aprender de primera mano sobre la cultura del país de destino.

Así mismo, el trabajo que realizan les permite financiar el propio viaje y la estadía en el país en el que se encuentran. Al no haber una proyección de largo plazo, el salario se utiliza para cubrir gastos como el alojamiento, alimentación, transporte y actividades recreativas, aprovechando al máximo la experiencia en el país de destino sin utilizar el dinero ahorrado previamente.

A su vez, los turistas laborales pueden aprovechar de desarrollar nuevas habilidades y conocimientos al trabajar en un entorno laboral diferente. Al conocer nuevas visiones y experiencias sobre el trabajo que realizan, pueden abrir su mundo y aplicar nuevas habilidades lingüísticas, desarrollar competencias interculturales, aprender nuevas técnicas de trabajo y adaptarse a diferentes formas de hacer negocios.

Finalmente, al trabajar en muchos lugares en un periodo más bien corto, los turistas laborales tienden a ampliar de manera constante su red de contactos, construyendo una red internacional de conexiones tanto a nivel profesional como personal, que a su vez, puede abrir las puertas para futuras oportunidades de colaboración.

¿Qué problemas podría traer el turismo laboral para un trabajador?

Debido a la idea de realizar tareas en corto plazo, la principal desventaja del turismo laboral es la falta de estabilidad laboral que atraviesan las personas que apelan a este tipo de actividades. Estos trabajadores suelen tener contratos de corta duración y pueden ser menos estables que un trabajo permanente, enfrentando constantemente la incertidumbre en términos de continuidad laboral en un escenario donde no cuentan con un grupo de soporte inmediato.

También es importante la capacidad de adaptación a nuevos escenarios, ya que las barreras de comunicación e idiosincrasia, pueden ser un desafío importante al realizar este tipo de trabajos, dificultando la integración en el entorno laboral. Esto puede generar estrés, frustración y dificultades para establecer relaciones laborales efectivas, haciendo que el viaje sea menos atractivo.

En la misma línea, los turistas laborales pueden ser más vulnerables a la explotación laboral que un trabajador común. Condiciones laborales precarias, bajos salarios, largas jornadas de trabajo y falta de protección laboral adecuada son algunos de los problemas que se pueden generar si no se investiga la empresa o el país al que se quiere llegar.

Tampoco se puede dejar de lado el impacto emocional y personal que pueden generar los cambios constantes de entorno, pudiendo experimentare sentimientos de soledad, nostalgia, estrés cultural y dificultades para adaptarse a cada región en la que se quiere trabajar.

A su vez, si bien el turismo laboral puede brindar experiencias valiosas, es posible que no ofrezca el mismo desarrollo profesional a largo plazo que un trabajo permanente. Los empleos temporales pueden no proporcionar oportunidades de ascenso, capacitación especializada o beneficios laborales que se obtendrían en una carrera profesional a largo plazo.

Consejos para convertirse en un turista laboral

Una de las principales tareas que se debe realizar si se quiere viajar al extranjero y realizar algún trabajo durante el viaje, es la investigación a fondo sobre el país de destino y las oportunidades laborales disponibles. Es crucial conocer los requisitos de visa, las regulaciones laborales, los costos de vida, las oportunidades de empleo y las condiciones del mercado laboral. Así, una planificación adecuada puede ayudar a tomar decisiones informadas y a evitar sorpresas.

En tanto, para poder destacarse en un proceso de este tipo es vital identificar las habilidades y cualificaciones que pueden ayudar a conseguir un trabajo temporal en el extranjero. Se deben tener en cuenta las fortalezas de cada trabajador, áreas de expertise y experiencias previas relevantes.

Asimismo, se debe construir un currículum sólido que destaque las habilidades, experiencias y flexibilidad de la persona, adaptando su formato e idioma para que cada empleador pueda conocer lo mejor del postulante.

Por último, es fundamental realizar una preparación para la adaptación cultural, intentando conocer lo principal de cada país que se visitará, además de mantener una actitud positiva y flexible ante los desafíos que se presenten y tener siempre presente el desapego, sobre todo en el aspecto social, porque es muy posible que se generen lazos, pero siempre en un contexto efímero.