
Vacaciones progresivas: Beneficio a los trabajadores y un incentivo a la lealtad
Dentro de la legislación laboral chilena existen diversos derechos y beneficios para los trabajadores, los cuales no se limitan solamente al mínimo esperable en un mercado en crecimiento como el nuestro.
Obviamente, la ley laboral cubre los derechos básicos de todo trabajador, como recibir un salario y aspectos relacionados con la seguridad social. Pero uno de los puntos menos conocidos de la norma reconoce la importancia de premiar la dedicación y la permanencia de los empleados en sus puestos de trabajo: las vacaciones progresivas.
Este beneficio actúa como un incentivo a los trabajadores que ya cumplen una década en el mercado laboral, premiando la estabilidad y el compromiso a largo plazo. Y aunque a menudo es desconocido por muchos trabajadores, representa una valiosa ventaja que puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida de los trabajadores.
¿Qué son las vacaciones progresivas?
Las vacaciones progresivas, también conocidas como feriados progresivos, son un beneficio adicional que los trabajadores chilenos pueden obtener al cumplir ciertos requisitos relacionados con su antigüedad laboral.
Este derecho consiste en sumar un día adicional de vacaciones por cada tres años de servicio continuo con el mismo empleador, siempre y cuando el trabajador haya alcanzado una base de 10 años de trabajo acumulados con el actual o anteriores empleadores.
La intención detrás de este beneficio es reconocer y recompensar el compromiso y la estabilidad que el trabajador ha demostrado durante su carrera laboral, ya que, al acumular días adicionales de descanso, el trabajador no solo disfruta de más tiempo libre, sino que también recibe un reconocimiento tangible por su lealtad y permanencia en la empresa.
¿Cuáles son los requisitos para acceder a las vacaciones progresivas?
Para poder disfrutar de las vacaciones progresivas, los trabajadores deben cumplir con una serie de requisitos establecidos por el Código del Trabajo.
En primer lugar, el trabajador debe haber cumplido una base de 10 años trabajados de manera formal, ya sea con el empleador actual o con empleadores anteriores. Estos 10 años no se consideran por calendario, sino que se traducen en un mínimo de 120 cotizaciones previsionales, las que no necesitan ser continuas. Es decir, pueden incluir períodos de trabajo con diferentes empleadores y con baches previsionales entre medio, siempre y cuando se alcance el total requerido de cotizaciones.
Sumado a esto, el colaborador debe haber cumplido al menos tres años de antigüedad laboral con su actual empleador, equivalente a 36 cotizaciones previsionales. Este requisito asegura que el beneficio se otorga solo a aquellos empleados que han demostrado lealtad a largo plazo con su empresa actual.
Al cumplir estos requisitos, el trabajador tendrá derecho a un día adicional de vacaciones, que se sumará de manera permanente a su cantidad de días de feriados legales en el año.
Posteriormente, si el trabajador suma otros tres años adicionales de servicio continuo con el mismo empleador, recibirá un nuevo incremento de un día de vacaciones progresivas, lo que ofrece un incentivo continuo para la permanencia y el compromiso.
¿Cómo solicitar las vacaciones progresivas?
El proceso para solicitar el beneficio de vacaciones o feriado progresivo es relativamente sencillo, pero requiere que el trabajador revise con atención los detalles para asegurar que se cumplan todos los requisitos.
En primer lugar, es clave verificar que se cumplen todos los requisitos necesarios. Esto incluye asegurarse de haber acumulado los 10 años de trabajo con el total de cotizaciones requeridas, así como haber completado al menos tres años con el empleador actual. Para esto, es recomendable revisar los registros de cotizaciones y la antigüedad laboral para confirmar que se cumplen los criterios establecidos.
Posteriormente, el trabajador debe realizar una solicitud formal al empleador para acceder al beneficio de vacaciones progresivas, lo que generalmente se realiza a través del área de recursos humanos de la empresa. En la solicitud, el trabajador debe incluir toda la documentación necesaria que respalde el cumplimiento de los requisitos.
En el caso que los 10 años de trabajo del trabajador se distribuyan entre diferentes empleadores, deberá solicitar un certificado de vacaciones progresivas en su AFP, el cual permitirá acreditar las 120 cotizaciones previsionales necesarias. Cabe destacar que esto se puede solicitar incluso a través de la sucursal virtual de cada aseguradora.
Finalmente, luego de presentar la solicitud y la documentación requerida, el empleador revisará la información y ajustará los días de vacaciones anuales del trabajador para incluir el feriado progresivo en caso de ser aprobado.
¿Qué pasa si cambio de trabajo después de recibir este beneficio?
Como este beneficio premia la continuidad de los trabajadores, si la persona decide cambiar de empleo al momento de recibir sus vacaciones progresivas, perderá los días de feriado progresivo acumulados con el empleador anterior.
De esta manera, al iniciar su relación con un nuevo empleador, volverá a tener los 15 días legales correspondientes a cualquier otro trabajador, pudiendo acceder nuevamente al beneficio cuando cumpla tres años de antigüedad laboral en el nuevo espacio de trabajo.
Por lo tanto, el cambio de empleador puede implicar una pérdida temporal de los días de feriado progresivo, pero el beneficio se puede recuperar con el tiempo.
Las vacaciones progresivas representan un valioso beneficio para los trabajadores, ofreciendo un premio para aquellos trabajadores que han desarrollado su carrera con contrato formal, pero además actuando como un incentivo adicional para fomentar la estabilidad y la lealtad en el mercado.
En un entorno donde la retención de talento es crucial para el éxito organizacional, ofrecer este tipo de beneficios que valoren la lealtad del trabajador es una estrategia efectiva para mantener a los empleados motivados y comprometidos.